31 de Octubre 1517Hoy hace 489 años, un monje agustino quiso presentar "una propuesta académica" para la Iglesia y clavó las famosas "95 Tesis" en la puerta de la Iglesia Castillo de Wittenberg. Originalmente era una "invitación a debatir teológicamente" las posturas eclesiásticas, sin embargo la reacción fue otra: en apenas dos o tres semanas esas 95 Tesis fue rápidamente traducida e impresa en toda Europa: provocó un escándalo tan fuerte que perturbó al papado de la época.
Sí, se trataba de Martín Lutero, un doctor en Teología y profesor de la Universidad de Wittenberg. Durante esa época vio el crecimiento desmesurado de las famosas "ventas de indulgencias" impulsado por Johan Tetzel, un fraile dominico. Era preocupante para Lutero ver que tales ventas "prometían la remisión de los pecados" y lo peor, caen en lo más bajo de enfatizar que: "las indulgencias tenían tanto poder como el poder de la cruz de Jesús" Antes tales blasfemias, ese monje sintió la necesidad imperiosa de demostrar "académica y teológicamente" los errores que la Iglesia Católica ha venido cometiendo, quería presentar propuestas para reformar la Iglesia, ese fue su propósito principal. Sin embargo, el papado y demás miembros de la alta jerarquía eclesiástica se arremetieron contra él, tildaron de "un borracho alemán quien probablemente se olvidará todo cuando esté sobrio". Pero, esas 95 Tesis despertó el interés de mucha gente y se inquietaron por los abusos que la jerarquía eclesiástica cometía.
A pesar de que ordenaron a Lutero callarse, él nunca se doblegó, al contrario, predicó que "Sólo se obtendrá la remisión de los pecados por medio de la sangre de Jesucristo" y lo peor: se atrevió a decir que el papado era el "verdadero Anticristo". Tiempo después la Iglesia obligó a Lutero a presentarse ante un consejo conocido como la Dieta de Worms, donde enfrentaron a Lutero a explicar las razones de "su rebelión" y presentaron varios escritos preguntando si realmente creía en lo que estaba manifiesto en esos escritos. Lo que dijo Lutero, resultó la más sabia premisa de la Reforma Protestante: "A menos que me convenza con pruebas que provengan de la Escritura...no puedo y no voy a retractarme... No puedo hacer otra cosa. Que Dios me ayude. Amen".
Por eso, en un día como hoy, vale la pena celebrar ese memorable suceso, puesto que nos han abierto los ojos, hemos llegado a tener la comprensión del propósito de Dios (tal verdad, el papado lo tenía prohibido al pueblo conocerla) Por eso, hoy día enfatizo mis posturas ante todo el mundo: Sola Escritura, Sola Gracia, Sola Fe, Solo Cristo, Gloria Solo a Dios.
Imagen: Lutero ante la Dieta de Worms. Tomado de www.reformationarts.com
Sí, se trataba de Martín Lutero, un doctor en Teología y profesor de la Universidad de Wittenberg. Durante esa época vio el crecimiento desmesurado de las famosas "ventas de indulgencias" impulsado por Johan Tetzel, un fraile dominico. Era preocupante para Lutero ver que tales ventas "prometían la remisión de los pecados" y lo peor, caen en lo más bajo de enfatizar que: "las indulgencias tenían tanto poder como el poder de la cruz de Jesús" Antes tales blasfemias, ese monje sintió la necesidad imperiosa de demostrar "académica y teológicamente" los errores que la Iglesia Católica ha venido cometiendo, quería presentar propuestas para reformar la Iglesia, ese fue su propósito principal. Sin embargo, el papado y demás miembros de la alta jerarquía eclesiástica se arremetieron contra él, tildaron de "un borracho alemán quien probablemente se olvidará todo cuando esté sobrio". Pero, esas 95 Tesis despertó el interés de mucha gente y se inquietaron por los abusos que la jerarquía eclesiástica cometía.
A pesar de que ordenaron a Lutero callarse, él nunca se doblegó, al contrario, predicó que "Sólo se obtendrá la remisión de los pecados por medio de la sangre de Jesucristo" y lo peor: se atrevió a decir que el papado era el "verdadero Anticristo". Tiempo después la Iglesia obligó a Lutero a presentarse ante un consejo conocido como la Dieta de Worms, donde enfrentaron a Lutero a explicar las razones de "su rebelión" y presentaron varios escritos preguntando si realmente creía en lo que estaba manifiesto en esos escritos. Lo que dijo Lutero, resultó la más sabia premisa de la Reforma Protestante: "A menos que me convenza con pruebas que provengan de la Escritura...no puedo y no voy a retractarme... No puedo hacer otra cosa. Que Dios me ayude. Amen".
Por eso, en un día como hoy, vale la pena celebrar ese memorable suceso, puesto que nos han abierto los ojos, hemos llegado a tener la comprensión del propósito de Dios (tal verdad, el papado lo tenía prohibido al pueblo conocerla) Por eso, hoy día enfatizo mis posturas ante todo el mundo: Sola Escritura, Sola Gracia, Sola Fe, Solo Cristo, Gloria Solo a Dios.
Imagen: Lutero ante la Dieta de Worms. Tomado de www.reformationarts.com
